Historia del municipio
Guardamar de la Safor posee un término municipal de1,10 km² de extensión (1.324 hanegadas) y 481 m de litoral mediterráneo. El municipio linda al norte con Gandía y Daimús; por el oeste, con Gandía y Bellreguard; por el sur, con Miramar; y por el este, con la mar Mediterráneo. Las principales vías de comunicación con las que cuenta son la carretera de Nazaret en Oliva, una carretera en la playa y uno camino rural que le une con Daimús y Miramar y que va paralelo a la falla costera. Este accidente geográfico divide el término en una parte pantanosa y en otra más elevada, deagricultura tradicional de regadío, que utiliza el agua de la acequia Común de Gandia. El casco urbano, al igual que en Daimús y Miramar, se encuentra instalado sobre la falla geológica y se organiza en torno al “calle de la Iglesia“. En conjunto, el pueblo aparece estructurado en cuatro manzanas y tres calles primitivas, a los que se añadieron, posteriormente, el “calle del Moli” y “la calle Nueva“.
Seguramente, elalquería hispanomusulmana Rahal-Soltan, qué aparece en un documento del año 1240, se ubicaría, aproximadamente, en el actual emplazamiento del pueblo. A finales del siglo XIV, en Guardamar tan sólo vivían tres familias de mudéjares. Su señor feudal, el caballero Bernat Verdeguer, ejercía de justicia y jurado en la villa de Gandía durante un buen puñado de años y, entre otras actividades, se dedicaba a prestar dinero en forma de censales. Durante la segunda mitad del XV, los Verdeguer emparentaron con los Tamarit, familia con la que compartían negocios e intereses. Los Tamarit, aparte de prestar dinero a particulares, también ocuparon cargos importantes al servicio de los duques de Gandia cómo de procuradores o alcalde señorial.
A finales del quinientos, la familia Tamarit decide construir un molino anexo en la casa de la señoría, por lo que va a tener que pedir dinero prestado. Con elexpulsión de los moriscos en el año 1609, el pueblo quedó deshabitado hasta el año 1612, cuando la señora de Guardamar, Rafaela Tamarit, firmaba la carta puebla con 15 repoblador, algunos de los cuales eran de origen mallorquín. Fueron unos años mucho difíciles y los recién llegados no arraigaban y acabaron marchando. Al año 1635, los Tamarit se ven obligados a vender el señorío porque arrastraban una deuda de casi 3000 libras y sus acreedor habían acudido a los tribunales. Enrique de Miranda, un generoso deOliva que había recibido una herencia de más de 50.000 ducados de su padre, compraba el señorío por 8.300 libras. Tras la expulsión de los moriscos, la cañamel fue sustituida progresivamente por la olivo, la morera y el uva. A finales de esta centuria, se clausuraba el molino por la poca viabilidad del negocio del azúcar.
Durante la Guerra de Sucesión (1705-1707), al igual que en otros municipios, algunos vecinos dejaron de pagar los impuestos señoriales, por lo que eran denunciados en elAudiencia. Este siglo viene marcado por la prosperidad, la población aumentaba y algunos labradores propietarios tenían suficiente capacidad económica para arrendar los derechos dominicales de los pueblos y de algunas instituciones religiosas. En el año 1760, la señora de Guardamar, Francesca Antònia Pallarés, descendiente deEnrique de Miranda, se casaba con el marqués de Mira-sol, un noble de Valencia dedicado a comandar los efectivos militares de salvaguarda de la costa del Reino y que edificaba un molino harinero al pueblo para aumentar sus rentas.
Ya en el ochocientos, muchos labradores endeudados se veían obligados a vender sus tierras a los burgueses terratenientes que estaban interesados en plantar uva moscatel y arroz frente a las expectativas de negocio de estos cultivos. La mayor propietaria del pueblo hasta el año 1850 era la viuda de Josep Rausell de Gandia. Los procuradores de estos terratenientes tenían una presencia destacada en la vida política y social de Guardamar entre el siglo XIX y el XX, como la familia Santmateu o Poquito. Una hija del marqués casada con Federico Trenor, el señor del convento de San Jerónimo, heredaba todos los bienes de su padre a Guardamar de la Safor. Durante el período de II República, en el pueblo funcionaron hasta tres tabernas y hubieron diferentes proyectos para edificar una nueva escuela así como para mejorar elasistencia sanitaria y la salubridad urbana. Hasta el final de la década de los 60 funcionó elescuela de primaria y los estudiantes tuvieron que ser escolarizados en Daimús. Guardamar ha empezado elexplotación turística de su playa muy tarde, a partir de la década de los años 90 del siglo XX.
Alguno de los edificios singulares del pueblo son la casa señorial de los Tamarits, algunas antiguas alquerías rurales y eliglesia de San Juan Bautista que comparte el patronaje de la población con la Nuestra Señora de la Leche. La iglesia se encuentra anexa a la parroquia de Miramar desde 1535. Elarchivo municipal conserva las actos desde 1828 y la contabilidad desde el año 1880.
Frederic Barber
Autor de Guardamar de la Safor. Estudio de la historia del pueblo.